Cultiva Deliciosos Mangos En Una Maceta Y Podrás Comerlos Cuando Quieras

El mango es una fruta de origen asiático que se caracteriza por tener un sabor picante y dulce que lo hace muy atractivo. Los frutos pueden ser de color verde, amarillo, naranjo o rojo, dependiendo de la variedad, y nos proporcionan grandes beneficios para la salud. Son ricos en ácidos, vitamina C y vitamina A. Además, tienen propiedades antioxidantes y anti-inflamatorias.

Los árboles de mango pueden crecer hasta llegar a los 32 metros de altura, pero, existen especies pequeñas que requieren de menos espacio y son ideales para cultivar en una maceta, incluso en climas fríos. A continuación verás cómo hacerlo y cuáles son los cuidados necesarios disfrutar de sus frutos.

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Pasos para cultivar un árbol de mango en macetas

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1.- No es recomendable plantarlo a partir de una semilla, porque puede tardar unos ocho años en producir frutos. Lo mejor es adquirir directamente una planta. Los árboles jóvenes injertados pueden tardar entre 3 a 5 años en dar frutos.

También es posible germinar una semilla de mango en tierra, lavándola y secándola al sol por algunos días. Esta semilla puedes obtenerla de un mango que hayas comido. Luego ábrela con un cuchillo y remueve con mucho cuidado la cáscara exterior dura que protege el embrión. Usa un contenedor provisorio con tierra fértil e implanta el embrión, de manera que sobresalga un poco de la tierra en su parte superior. Riega con abundante agua y coloca tu maceta en un lugar donde reciba luz solar.

Durante la noche, déjala dentro de tu casa para que el frío no lo dañe. Pasadas unas tres semanas, comenzarán a aparecer las raíces y podrás tenerla al exterior, a la sombra. Cuando las hojas que empiecen a crecer estén verdes, es tiempo de trasplantarlo a una maceta más grande, manteniéndola al sol.

También existe la opción de germinarla sin tierra, colocando la semilla en un frasco o recipiente donde la parte inferior quede bajo el agua, y la superior, expuesta al aire. El oxígeno, el calor y la luz fomentarán su crecimiento y cuando ya tenga unos 15 centímetros de altura, podrás colocarla en tu maceta.

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2.- Elige un contenedor que se ajuste al tamaño de la planta. Deberás cambiarlo de maceta periódicamente, porque en la medida que baya creciendo crezca, la planta necesitará más espacio.

Como siempre que plantes en macetas, ten en cuenta que ésta posea algunos orificios para el drenaje.

Nota: si vives en una zona con un clima más frío, utiliza un contenedor oscuro, por que los mangos prefieren el calor, y esta tonalidad tiende a absorberlo. Además, debes escoger un contenedor que sea fácil de transportar, ya que en invierno deberás transportarlo al interior, lo más cerca de una ventana, y calentar la habitación donde tengas la planta. Algunos optan por las luces halógenas para elevar la temperatura y la luz, aunque es mejor la opción natural.

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3.- Cuando cultives en macetas, siempre coloca algunas piedras en el fondo de esta para facilitar el drenado. Luego, rellena con tierra rica y añade compost orgánico para fomentar su crecimiento.

4. Haz un orificio en la tierra con tus dedos y coloca la plántula, rellenando bien los bordes.

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5.- Después de la floración, los frutos estarán maduros en cuatro meses, dependiendo del clima y la variedad del mango. Un ambienta cálido y húmedo siempre ayudará a que crezca más rápido

6.- Cosecha tus frutos y disfruta de su exquisito sabor.

Recomendaciones y cuidados para el cultivo de mango en macetas

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– La mejor época para plantar es en primavera; sin embargo, esto puede variar de acuerdo al tipo de mango que cultivarás.

El árbol de mango necesita mucho calor y luz solar para crecer. Preocúpate de que reciba alrededor de 9 horas de sol. Mantén tu planta lejos del frío y evita temperaturas menores a 30ºC.

Riega tu planta con regularidad durante el primer año. Luego, puedes hacerlo cuando la parte superior (aproximadamente 2 pulgadas) se encuentre seca. Cuando comience a florecer y producir frutos, aumenta la frecuencia del riego.

El árbol de mango no necesita mucha poda, pero te recomendamos eliminar las ramas muertas u enfermas, aunque sin excederte, ya que podrías perjudicar el crecimiento de los frutos.

Mantente atento a las posibles plagas que pudieran afectar el cultivo.

Excelente proyecto para tener estos frutos ricos y frescos en casa.