Para Que Comer Sano No Sea Tan Caro: Sigue Estos Trucos Para Reducir El Impacto En Tu Bosillo

Una de las excusas más comunes de las personas ante la interrogante de que porqué no se preocupan de comer más sano, es que comprar comidas más saludables es algo más caro que comprar comidas, que no lo sean tanto.

Pero, debes saber que esto, no es solo una excusa de algunos sino que incluso, ha quedado demostrado en un estudio publicado por la American Journal of Clinical Nutrition. Donde queda más que claro que, los alimentos con menos valor calórico y con mejores nutrientes son más caros que los que reúnen calorías derivadas de las grasas, hidratos refinados y azúcares.

Sin embargo, como nada es imposible, hoy queremos compartir contigo algunos trucos con los que podrás realizar una dieta -o por lo menos el ejercicio de comer más sano- y reduciendo el impacto en tu bolsillo, o sea…. abaratando costos.

¡Recuerda tomar nota a estos consejos!

 

Lo más importante: la compra

Todo comienza con una compra adecuada y consciente, pues lo que compramos es lo que va a la casa y luego, directamente a nuestros estómagos. Entonces, una buena manera de empezar es comprar alimentos de producción local y de la estación. Esto, porque son los que tienen menores costos de traslado y envasado.

De esta manera, podemos conseguir alimentos nutritivos y a un precio mucho más razonable del que podríamos conseguir fuera de temporada o con productos importados, cuyos costos de traslado, ya elevan el precio por sí solo.

 

Por otro lado, es muy importante comprar sólo lo que sabes que vas a utilizar, para evitar desperdicios. Para esto, es mucho más recomendable realizar varias compras que solo una a la semana, pues de la última manera, uno suele planificar con antelación las comidas y estas no siempre funcionan como uno espera, pues los planes pueden cambiar y quedamos con cosas que finalmente no usamos.

Otra excelente opción para abaratar costos y a la vez comer sano, es comprar en el mercadillo local o solicitar que nos vendan las frutas y hortalizas que no son tan bonitas o que tienen algunos mínimos detalles, que por lo general son apartados por los comerciales y fácilmente los podemos conseguir a un precio menor y que son igualmente útiles para cocinar.

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Aprovecha al máximo tus ingredientes en casa

La clave para lograr mantenernos saludables y tener una dieta barata, es cocinar y comer en casa, y para esto es fundamental aprovechar al máximo cada ingrediente que compramos.

Para esto, puedes utilizar las sobras, con diferentes recetas para volver a usarlas (por ejemplo, prepara un delicioso quiche con las sobras de un asado de carne). También, es una buena opción, congelar las sobras para futuras comidas, así no solo NO botas comida, sino que te ahorras un tiempo de preparación para ocasiones en que necesites algo de tiempo.

Otro punto a considerar, es no pelar las hortalizas o las frutas, hasta después de haberlas cocinado, para así evitar extraer parte de la pulpa que puede ser bien consumida o, para comer la mismas cáscaras, que tienen mucha más cantidades de vitaminas y propiedades en esta parte de la fruta.

Recuerda también, que para aprovechar al máximo tus comidas a la hora de cocinar, puedes consumir los tallos, las hojas, pencas y la piel de todas las frutas y hortalizas que podamos, puesto a que son muy nutritivas y nos ayuda a comer sano sin desperdiciar absolutamente nada.

 

Los vegetales y frutas que ya están muy maduros, puedes usarlos para preparar salsas o mermeladas caseras y en otro tipo de platos, para que así nada se desaproveche. El brócoli, por ejemplo, puedes congelarlo sin problemas para usarlo en preparaciones para días después.

Por último, el caldo en el que coces tus vegetales o carnes, puedes hacerlo una sopa pues está lleno de nutrientes que son muy buenos para el organismo.

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Usa alimentos sanos y baratos

Además de estos consejos que te hemos dado para que no tenga un impacto tan importante en tu bolsillo, el hecho de querer comer sano, tienes que tener en cuenta que hay muchos alimentos que son sanos y baratos, que se pueden usar en nuestra dieta fácilmente.

Un excelente ejemplo, son las legumbres y los cereales integrales. Son fáciles de conseguir y muy versátiles a la hora de cocinar, además tienen la particularidad de absorber agua, por lo que una sola ración, tiene un muy bajo costo.

Algo que nunca debes olvidar, es beber agua de forma habitual, evitar los jugos y los refrescos que tienen un precio mucho más elevado que el agua simple y que, además, tienen azúcares que incrementan tu ingesta calórica que son innecesarios en tu dieta.

 

Por otro lado, puedes encontrar alimentos de temporada, a muy bajo costo como oferta por lo que no puedes desperdiciar la oportunidad de alguna promoción, dependiendo del tipo de alimento y del uso que le daremos.

Comer sano, es mucho más caro pero siempre se puede hacer algo para que no tenga tanto impacto en la economía familiar y así lograr estar sanos por dentro y por fuera.

 

Fuente

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