Sigue Estos Consejos Para Aprender A Asar Tus Verduras Y Dejarlas Para Chuparse Los Dedos

Al momento de juntarse y comer con la familia, todos hacemos nuestro mayor esfuerzo porque nuestras preparaciones resalten y siempre ponemos un poco más de nuestras técnicas culinarias, para lograr cocinar platos bellos y riquísimos.

Una genial idea para lograr este objetivo, es aumentar el consumo de vegetales y verduras en general, no solo para reducir el consumo de carne, sino que para también incluir hábitos más saludables en nuestra alimentación, por lo que esto, nunca será será una mala idea.

Claro está, que hay muchísimas maneras de cocinar verduras pero, ¿sabes realmente cómo preparar unas verduras deliciosas? Hoy, te queremos enseñar algunos tips para cocinar verduras asadas que quedarán para chuparse los dedos. Olvídate de las verdudas blanduchas y poco apetecibles, pues con estos consejos lograrás verduras irresistibles y lo mejor de todo, se ven espectaculares por lo que adornarán tus platos de una manera sofisticada y sana.

 

Un mundo de posibilidades

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Comúnmente, usamos solo ciertos vegetales a la hora de asarlos en el horno como por ejemplo, la patata, el pimentón y la berenjena, sin embargo, otros vegetales pueden quedar muy bien a la hora de cocinarlos de esta manera.
Existe un mundo de posibilidades a la hora de asar vegetales, por lo que no tienes que ser tímido y atrévete a probar otros tubérculos y verduras de otoño-invierno, para asarlas también. La zanahoria, el nabo, la chirivía, el ajo y el puerro, que generalmente son bases para un sofrito, ganan mucho sabor a la hora de asarlos y también te ayudan con la digestión.

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Otra excelente idea a la hora de asar verduras, pero que puede ser un poco más fuerte de sabor, es preparar coliflor, coles de bruselas y brócoli, que suelen ser preparados al vapor, pero al asarlos adquieren un sabor de otra dimensión.

Preparar al horno, otro tipos de verduras que normalmente cocinaríamos con otras técnicas como las judías verdes, la col lombarda y hasta las setas, concentran sabores con matices más dulces y que al tostarlos, se sienten más crujientes dejando el interior tierno y muy sabroso.

Técnicas para prepararlas al horno

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Para lograr una preparación deliciosa, lo primero que tienes que saber es cómo asarlas. Como primer dato, tienes que tener claro si asarás una sola variedad o si vas a mezclar diferentes tipos de verduras, ya que cada una necesita tiempos diferentes de cocción.

Los vegetales con mayor contenido de agua, se asarán  más rápido que los que son más duros y con mayor contenido de almidón, como las patatas.

Lava, seca y pela cada verdura, desechando las partes feas de las verduras antes de asarlas. Algunas verduras, como el calabacín o la berenjena, no es necesario que las peles. Asegúrate de cortar las verduras en trozos del mismo tamaño, para que la cocción sea uniforme. Diferentes cortes, te ofrecen distintas texturas y acabados, pero siempre es buena idea cortarlos del tamaño de un bocado.

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Mientras más pequeños los trozos, más rápido se asarán, esto también te ayuda a conseguir un resultado mas tostado y a la vez crujiente, mientras que los trozos más gruesos y grandes, siempre tendrán el interior más suave y tierno.

Si lo que buscas es un resultado tierno y jugoso, como en verduras como la berenjena y el pimentón, ásalos enteros y con piel.

 

Un toque de sabor

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Las verduras, de por sí son sabrosas sin añadirles nada, pero para conseguir un resultado realmente extraordinario, es recomendable sazonar y añadir un toque de sabor. Tus mejores aliados para eso, serán el aceite, preferiblemente de oliva extra virgen, la sal y algunas hierbas y especias-

Por lo general, las hierbas provenzales y mediterráneas, como el romero, el tomillo o la salvia, combinan de manera excelente con cualquier verdura asada. Idealmente usa hierbas secas, pues incluso el perejil más fresco se resecará al hornearlo. No temas a experimentar con especias más exóticas para obtener resultados diferentes y deliciosos.

Con 1 o 2 cucharaditas de aceite de oliva por bandeja, será suficiente para que las verduras tomen sabor y textura, sin que queden grasientas. Al hornearlos, coloca los vegetales en una fuente honda, separados entre sí, añade el aceite y las hierbas y sazona, preferiblemente con las manos, frotándolas con los dedos. Añade sal y pimienta, pero sin exceso. Una buena idea, es añadir un toque de sal gruesa justo al momento de servir.

 

El recipiente y la temperatura sí importan

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No todas las fuentes funcionan de la misma manera a la hora de asar. Lo mejor, es que optes por una bandeja plana y de fondo recto, para así evitar que los líquidos que boten tus verduras, hagan un efecto vapor que finalmente afectará el resultado final.

Además, asegúrate de no usar un material que sea demasiado oscuro ya que estos se calientan más que las superficies que son más claras o transparentes, por lo que si usas fuentes oscuras, ten esto presente para hornear por menos tiempo.

También es importante, no recargar la fuente. Los alimentos necesitan de un espacio libra para que fluya bien el aire y evitar el vapor que desprenden. Preocúpate de que las verduras ocupen solo una capa sin sobreponer unas sobre otras. Si tienes que hacerlo, usa dos bandejas a la vez, una sobre la otra e intercambia a la mitad de la cocción.

La temperatura a la que cocerás tus verduras también es clave y lo mejor es optar por el máximo posible, pero revisándolas constantemente para que no se quemen por fuera quedando crudas por dentro. Una temperatura recomendable es 200°C, para cualquier verdura si lo que buscas es un exterior bien dorado, ligeramente caramelizado y bien crujiente.

 

No te olvides de remover

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Vigilar el horno constantemente durante la cocción es muy importante. Asegúrate de remover las verduras al menos 2 o 3 veces durante el proceso. Si dejas que se asen solo por un lado el resultado será desigual, por lo que solo removiéndolas te asegurarás de que todas las piezas se cocinen por igual, y que terminen con el mismo color y textura en todas sus caras.

Si tu horno se calienta más por un lado que por el otro, saca la fuente y gírala para que así todas las partes se cocinen de la misma manera.

 

Luego de 25 o 30 minutos en el horno, se puede comprobar el punto de cocción de tus verduras, el que puede alargarse hasta por 1 hora dependiendo del tamaño y la variedad que ases. 8

 

Las verduras más deliciosas son cuando están recién hechas y bien calientes, especialmente en los días cuando hace más frío. Las verduras tienden a enfriarse con rapidez por lo que es una buena idea de poner la fuente sobre un calientaplatos si es que las servirás en medio de la mesa para que cada comensal se sirva a gusto. Las sobras también pueden ser recalentadas aunque ya pierden un poco de sabor y textura, pero puedes reutilizarlas en sopas y cremas, en tortillas o en gratinados con queso y te aseguro que quedarán deliciosas.

 

¡Recuerda compartir estos maravillosos tips y recuerda seguirlos para que tu próxima cena sea increíble!