Un pollo bien asado, siempre me trae recuerdos. La infancia en la casa de mi abuela, cada fin de semana cuando nos invitaba a almorzar, junto a toda la familia. Estar juntos y compartir en familia, siempre es un buen panorama, especialmente cuando se acompaña de una deliciosa comida.
El pollo, es una comida sencilla de preparar, no es caro y siempre quedará bien, especialmente con esta deliciosa receta para prepararlo al limón y con toques de tomillos. Si tienes algo más de tiempo de preparación, procura dejar marinando el pollo un tiempo, para que tome mejor los aromas. Si no lo haces, no pasa nada y, respecto a la piel, no es necesario comérsela pero a la hora de asar el pollo siempre es recomendable dejarla intacta para que así la carne quede más jugosa.
Comienza por precalentar el horno a 180° C, en el caso de que lo vayas a cocinar inmediatamente. Quema los posibles restos de pluma y corta todo exceso de grasa de los cuartos traseros del pollo. Seca con un papel de cocina los trozos y colócalos en una fuente o cazuela apta para el horno.
Exprime el jugo de 2 o 3 limones, o hasta conseguir unos 60 ml. de zumo, mejor aún sobre un colador, para poder recoger las semillas que puedan tener. Añade la mostaza, la salsa Worestershire, el aceite de oliva, el vino blanco, la miel, las hierbas provenzales, el tomillo, la sal y pimienta y luego bate bien. Reserva.
Ahora, pela la cebolla y el diente de ajo. Corta en rodajas el resto de los limones, previamente lavados. Corta la cebolla en cuartos y pica el diente de ajo. Distribuye encima y alrededor del pollo, con la cebolla, el ajo, los limones y el tomillo. Cubre todo con la salsa previamente preparada.
Hornea durante 30 minutos, gira la fuente y lubrica el pollo con los jugos el fondo. Sube la temperatura a 200° C, y continúa la cocción durante 15 minutos más o hasta que la piel se vea bien dorada. Deja reposar unos minutos antes de servir.
Con qué acompañar el pollo al horno con limón
Una de las ventanas de este pollo al limón y de casi todas las recetas de pollo asado, es que puedes acompañarlo con una gran variedad de guarniciones, como arroz, patatas cocinas, fritas o en puré, verduras asadas o a la plancha, o hasta una sencilla ensalada. Otro punto que no debes olvidar, es servir un plato con pan en la mesa para que los comensales puedan aprovechar los deliciosos jugos de tu comida.
Ya sabes, no olvides compartir esta deliciosa receta y recuerda comentarnos cómo te resultó esta preparación.
