Es muy probable que, si has ido a Córdoba (Andalucía) te habrás encontrado con que alguien en un bar está saboreando un gigantesco cilindro dorado acompañado de patatas. Se trata de un flamenquín, una especialidad que les encantará y que es muy fácil de preparar.
Se le llama “flamenquines”, que significa “flamencos pequeños” por su semejanza con el pelo rubio de las tropas flamencas (de Flandes) que acompañaron al rey Carlos V a su llegada a España, otros dicen que tiene que ver con el canto flamenco y que la receta original fue creada en un restaurante de Córdoba allá por 1939.
Cómo sea que haya surgido esta receta no puedes dejar de comerlos, aunque sea una vez en la vida, así que acá te mostramos una receta sencilla y rápida de prepararlos.
Flamenquínes de pollo
ingredientes:
4 filetes de pechugas de pollo.
8 lonchas de jamón york.
8 láminas de queso.
Sal, aceite de oliva virgen.
Pimienta recién molida, 2 dientes de ajo.
Zumo de 1/2 limón.
3 huevos.
300 gr de pan rallado.
Preparación:
1.- Limpiamos muy bien los filetes de pechuga de pollo retirando grasa que pueda tener. Salpimentamos al gusto, le añadimos los ajos picados finamente o rallados y el zumo del limón.
2.- Extendemos cada pechuga, sobre ellas ponemos 2 láminas de queso y de jamón york. Enrollamos los filetes, los pinchamos con palillos de cocina, los pasamos primero por pan rallado, luego por los huevos batidos. Repetimos la operación 2 veces más. Dejamos reposar los flamenquínes unos minutos. Calentamos una buena cantidad de aceite y freímos los flamenquínes a fuego medio, hasta que estén bien dorados por fuera. Los dejamos escurrir sobre papel de cocina absorbente y los servimos con alguna ensalada de acompañamiento. Si Tienes problemas para comer queso, por que estás a dieta o eres intolerante a la lactosa, puedes prepararlos solo con jamón.
¿Puede haber una receta más sencilla?
