No hay nada mejor que un pan recién horneado y no solo por su exquisito olor sino también por su suave textura. Creo que todos nos imaginamos de inmediato agregándole un poco de mantequilla para que la experiencia sea perfecta.
Lamentablemente el pan es que es un alimento que se añeja rápidamente. En poco tiempo puede pasar a ser migoso, quebradizo y mientras más tiempo pasa se pondrá cada vez más y más duro.
Es muy común que en los hogares se derroche mucho del pan que se compra por que añejo no lo quiere nadie. Sin embargo, existen 3 formas de volver a transformarlo en ese delicioso pan que recién salió de la panadería para disfrutarlo en nuestra mesa y acá te los enseñaremos. Para intentar aprovechar el pan duro vamos a mostraros 3 trucos que pueden ayudarnos a devolverle parte de su frescor.
El truco del microondas
Humedece un trozo toalla de papel sin empaparla demasiado, basta con que esté húmeda.
Envuelve bien el pan duro que quieras “revivir”. Este método es recomendable para panes pequeños, en caso de ser demasiado grande debes partirlo en trozos pequeños.
Pon el pan en el microondas a máxima potencia por 10 segundos. Si aún no está como lo deseas, déjalo unos segundos más.
Truco del horno
Precalienta el horno a 150º C y envuelve el pan duro en papel de aluminio. Colócalo en la bandeja a media altura entre 5 y 20 minutos, dependiendo del tamaño del trozo y el tipo de pan.
Luego, retíralo del horno y déjalo enfriar. Si el pan está muy duro, se puede humedecer un poco el papel de aluminio antes de envolverlo. Asegúrate de no usar demasiada agua. Lo mejor es que vayas probando y añadiendo poco a poco el agua en la medida que sea necesario.
Truco con apio
Este truco funciona mucho mejor con el pan de molde o cortado en rebanadas. Introduce un par de tallos de apio y las rebanadas de pan duro en una bolsa de plástico, asegurándote de que quede bien sellada.
Guarda la bolsa en el refrigerador durante unas horas. Si el pan está muy duro puedes dejarlo toda la noche. Al día siguiente retira el apio de la bolsa. Lo más probable es que se haya secado un poco porque el pan ha absorbido su humedad.
Excelentes consejos para no desperdiciar dinero botando el pan sobrante.
