5 Formas Con Las Que Podrás Inspirarte A Cocinar Por Mucho Que No Te Guste

Quienes no disfrutan de arte culinario y llegan a sufrir de ansiedad al verse en la necesidad de preparar algo, pensando en cómo les quedará, si les gustará a los demás, etc. terminan alejándose lo más que pueden de ese lugar de la casa. Sin embargo, la cocina no debería ser algo que te complique, debe ser hecha a tu gusto y estilo aunque se trate de un sándwich.

Si eres de aquellos que le temen a los sartenes y las ollas, te daremos algunos consejos que podrían animarte en la cocina.

1.Mira Pinterest

 Esta red social hace que queramos convertirnos en carpinteros, manicuristas y reposteros. Ahí encuentras cualquier receta que se te venga a la mente, y como de la vista nace el amor, no me cabe duda que te entusiasmará con alguna receta.

2.Prepara comida para tus amigos o familiares

 Si no te gusta la cocina, cocinar solo para ti debe ser más que desmotivante, por lo tanto una buena forma de animarte a preparar algo, aunque sea la receta más sencilla que encuentres es invitar a amigos o familiares y lanzarte a preparar algo para ellos. Te aconsejamos practicar la receta un par de veces antes de realizar la oficial para que te sientas más confiada al momento del evento.

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3.Elige algo nuevo

 Si nada te motiva a cocinar puedes intentar con algo nuevo, como por ejemplo, alguna fruta que no conocías, un vegetal que nunca te habías atrevido a probar, el condimento del que todos hablan pero no te convence como para probarlo. Al fin y al cabo, si no sabes exactamente cómo agregarlo a una receta, internet está lleno de tutoriales con platillos simples y deliciosos que disminuirán tus temores y la ansiedad.

4.Huele

Es un buen ejercicio, sobre todo con las especias. Al olerlas, nos formamos una idea de lo que podemos hacer con ellas. Solo deja volar tu imaginación y mezcla esos olores que te gustan de la forma que quieras. Quien sabe si terminas preparando un platillo único, que gustará a todos. Sigue tus instintos.

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5.Viaja

 Las tradiciones culinarias van cambiando de ciudades en ciudad, por más próximas que estén. Estas dependerán de los productos con los que cuentan y la forma en la que los combinan. Y no hablo de viajar a un lugar remoto, a unos pocos km de tu ciudad puedes encontrar sabores nuevos e ingredientes que te provoquen las ganas de preparar algo.

Si todo lo anterior falla, siempre estarán los cursos de cocina o la madre o abuela que pueda motivarnos.

Cocina no tiene porque ser un suplicio.